Por Tatiana Márquez, desde Madrid
En el panel ‘Women in Science’, organizado en conjunto por el IPPC y Filantropía Cortés Solari (FCS) a través de su Fundación MERI, realizado el sábado 7 de diciembre se trató el posicionamiento actual de las mujeres en la Ciencia.
En esta sesión, enmarcada en la Cumbre del Clima (COP25) participaron Maisa Rojas, profesora asociada en el Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile; Robert Hales, Director of the Griffith Centre for Sustainable Enterprise; Ko Barrett, Vice Chair at IPCC; Debra Roberts, Co- Chair at IPCC; y Laura Ramajo, investigadora del Centro de Estudios Avanzados Zonas Áridas (CEAZA).
En la conversación, las panelistas dieron su punto de vista y comentaron sus propias experiencias en relación con temas como la brecha de género y las oportunidades de liderazgo, así como la conciliación entre la vida familiar y laboral. “Tenemos herramientas digitales que nos permiten estar conectados sin necesidad de estar presentes, si tenemos reuniones remotas con compañeros de otros países, ¿por qué no las vamos a poder tener si alguna científica tiene que atender algún asunto en casa?”, cuestionó Laura Ramajo. “Está claro que si una reunión se puede atender presencialmente es mucho mejor, pero hay que estar sensibilizado con las necesidades actuales de las personas. Y esto no afecta solo a las mujeres, también hay hombres que son cuidadores de hijos o de otros familiares”, añadió. No obstante, señaló que “se está avanzando en el sentido de la conciliación, puesto que en algunos congresos ya hay guarderías para los más pequeños”.
Por su parte, Maisa Rojas, opinó que “el liderazgo puede ser distinto y debe ser distinto”, ya que aporta diferentes puntos de vista y maneras de hacer las cosas, lo que resulta enriquecedor. “Estamos hablando del problema de cambio climático y no lo vamos a resolver como se hacía en el siglo XIX cuando las mujeres no teníamos visibilidad ni voz, cuando no podíamos ser parte de la Ciencia y otros mundos académicos”. Asimismo, apuntó que “necesitamos liderazgos diferentes, en la COP25 –donde la mayoría de los líderes son hombres-, en los negocios y finanzas…”. De hecho, muestra de ello es que el Special Report on Climate Change and Land del IPCC es el primero elaborado por un 50% de mujeres”. Rojas aprovechó para agradecer a los mentores que han apostado y confiado en ella, que la han valorado por su trabajo y no han juzgado que fuera madre.
Desde el punto de vista masculino, Robert Hales aseguró que la diversidad aporta beneficios y que hay estudios que revelan que tener a una mujer en el liderazgo puede aumentar la productividad en un 30%. “Trabajando con mujeres me he dado cuenta de que no hay que dar por sentado nada y hay que abrirse a la diversidad. Es cierto que también nosotros tenemos personas a las que cuidar, los temas de conciliación nos afectan, y todavía no hay mucha conciencia. Los estereotipos de género pueden complicar mucho el trabajo y está arrancando un movimiento de empoderamiento femenino muy bueno”.
“Convencerse de que puedes superar los obstáculos que te ponen los demás y también los propios son fundamentales para llegar a donde quieras llegar en el plano laboral. Hay muchísimas mujeres científicas esperando una oportunidad objetiva de llegar a lo más alto y la mayoría de esos puestos están ocupados por hombres”, expresó Debra Roberts.
Ko Barrett, en tanto, indicó que ha tenido muchas mujeres compañeras en el laboratorio, sin embargo, en los cargos altos no suelen estar. A su juicio, eso es muy frustrante, pero ella misma se ha definido como un ejemplo de que formar una familia y tener una trayectoria profesional científica es posible. Una conclusión a la que ha llegado después de tener dudas sobre si postular o no para formar parte de un proyecto, ya que era la única compitiendo con hombres. “Busquemos a las mujeres que están ahí, busquemos que en los proyectos haya la misma proporción de hombres y mujeres y dejemos que potencien sus carreras”, concluyó.