El fotógrafo submarino ha capturado imágenes a lo largo del mar chileno para registrar la sorprendente biodiversidad que hay en él, pero también la contaminación que ha llegado a rincones que hasta hace poco eran considerados prístinos.
Eduardo Sorensen empezó a bucear a los 15 años. Inmediatamente quiso retratar todo lo que veía bajo el mar. Se compró una cámara fotográfica y comenzó a practicar, a recibir consejos de fotógrafos experimentados y a leer todo lo que encontraba sobre el tema. Nunca estudió fotografía formalmente, pero cuando se dio cuenta de que sus imágenes estaban a la altura de aquellas que se publicaban en revistas internacionales, decidió que dedicaría su vida profesional a retratar el fondo del mar.
Hoy guarda en su memoria más de 20 expediciones entre periodísticas y científicas, en donde sus fotografías y las imágenes reveladoras de lo que esconde el mar han sido cruciales para que ciertas áreas marina en Chile hayan sido declaradas como protegidas. También sus imágenes han revelado secretos oscuros sobre la contaminación de industrias en las aguas del sur del país, han registrado tristemente desde una infinidad de botellas y latas de cerveza hasta alfombras enrolladas y arrojadas al agua como si el océano fuera un inmenso basurero.
Conoce más sobre la vida y la carrera de Eduardo Sorensen, además de apreciar sus impactantes y hermosas fotografías de la vida submarina.
¿Cómo nació tu interés por fotografiar la vida submarina?
Antes de la fotografía submarina no tenía ninguna relación con la fotografía, nunca estudié formalmente fotografía. Si bien el interés por fotografiar el fondo del mar surgió desde los primeros buceos, fue recién en un viaje a Juan Fernández que me plantee la opción de comenzar profesionalmente con esta actividad. Después de tomar fotos por unos siete u ocho años, sentí que mis resultados tenían un nivel parecido al que veía en publicaciones internacionales.
Tus fotografías han acompañado la propuesta de proyectos de conservación. ¿Cuáles son los proyectos más importantes para ti?
Un proyecto importante ha sido colaborar con ONG de conservación marina en la creación de áreas marinas protegidas. Rapa Nui, Motu Motiro Hiva, Nazca Desventuradas y Juan Fernández son algunos de los Parques Marinos que se crearon luego de realizar expediciones científicas a esos lugares y levantar información con fotos y video.
Otro proyecto al que le tengo especial cariño es el registro que hace tres años estamos realizando para Fundación MERI en la zona de Melimoyu [al sur del país], se trata de un ecosistema patogénico increíblemente rico y diverso.
También fue muy importante para mi participar en el Proyecto Frontera Azul, entre 2009 y 2010, con el que hicimos un programa de Televisión que se emitió por señal abierta. Con él tuvimos la oportunidad de visibilizar algunos de los problemas más graves que sufría el mar en esos momentos. El programa tuvo buena audiencia y las imágenes que mostramos en redes sociales tuvieron una importante repercusión. Las personas agradecían que diéramos a conocer el mar chileno.