Los alrededores del Archipiélago de Chiloé y el Golfo Corcovado son una importante zona de alimentación y
crianza de grandes cetáceos. Durante la temporada estival, el alimento es más abundante, las condiciones
climáticas facilitan la navegación y por lo tanto, hay más probabilidades de avistar ballenas; un gran atractivo
turístico para los visitantes y habitantes de Chiloé.
Sin embargo, las ballenas y otros cetáceos se ven afectados por la contaminación física (compuesta
principalmente por residuos plásticos), la colisión con embarcaciones, malas prácticas en el avistamiento
recreativo, entre otras amenazas. Con el fin de reducir estas amenazas, es que cada verano Fundación MERI
realiza diversas actividades de difusión, compartiendo con la comunidad local, visitantes y capitanes de
embarcaciones turísticas buenas prácticas ambientales que podemos integrar a nuestro día a día como
también al momento de navegar por el área de alimentación y crianza de las ballenas.
Algunas de las actividades que conforman la campaña son: charlas a instituciones privadas o abiertas a todo
público, difusión de información en zonas estratégicas de concentración de turistas, entrega de información a
embarcaciones, stands en ferias costumbristas, encuentros entre la comunidad local y científicos, entre otras.
