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[Aqua] Monitorean la pesca de salmón chinook en La Araucanía

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Entre los meses de diciembre 2019 y marzo 2020, el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores (Invasal) lleva a cabo el Programa de Monitoreo de Salmón Chinook en la región de La Araucanía, a través de un trabajo en terreno en las cuencas del río Toltén y río Imperial.

El 15 de diciembre se abrió la temporada de pesca artesanal de salmón chinook (Oncorhynchus tshawytsch) en caleta La barra, región de La Araucanía. Dos días más tarde se realizó un evento de lanzamiento en el mismo lugar, que contó con la presencia de autoridades de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Economía de La Araucanía, Dirección Regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), representante de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y autoridades locales, entre otros. Representando al Invasal participó el coordinador de las actividades científicas en terreno, Pablo Savaria.

La pesca artesanal de salmón chinook en caleta La Barra es el primer caso en la historia pesquera de Chile, en que salmones que son una especie invasora, se pescan de manera artesanal. A otros peces invasores muchas veces se les da el trato de plagas o de especies indeseadas, pero el salmón chinook, si bien es una especie invasora e introducida por el hombre porque se propaga por su propia cuenta una vez asentada en la naturaleza, tiene actualmente un importante componente socio económico para la pesca artesanal de la región.

En ese sentido, la apertura de la temporada de pesca artesanal de salmón chinook en el río Toltén constituye un hito, como el primer caso en el hemisferio sur -considerando Australia, Nueva Zelanda y Argentina- donde también existen salmones. Sin embargo, en Chile estamos a la vanguardia y todo eso se posibilitó gracias al trabajo del Invasal y al grupo de investigación antecesor de Invasal en la Universidad de Concepción (UdeC), que se ha encargado de levantar datos desde el año 2014 hasta la fecha, y que se encuentra viviendo su sexta temporada de recopilación de información científica sobre salmón chinook en la región de La Araucanía.

Cuantificando salmones

El trabajo del Invasal consiste en poder conocer cuánto pescan los pescadores artesanales, es decir, cuantificar la extracción de la pesquería artesanal, y asimismo, cuantificar cuántos salmones se escapan o se salvan de la pesquería artesanal.

Para conseguir esto, los científicos del Invasal cuantifican todos los salmones que entran por el río Toltén, y desde este año también, todos los salmones que entran por el río Imperial.

En el caso del Toltén, instalan un equipo en la orilla del río, que cuenta y registra todos los salmones que pasan por el río Toltén. El equipo tiene una cámara, similar a un sonar que emite sonido y cuando choca con un salmón, marca una señal en la pantalla. Esos datos luego son interpretados por especialistas de Invasal, utilizando equipos especializados.

De forma paralela, los investigadores entrevistan a pescadores artesanales, cada día y noche de la temporada de pesca. De esta manera, obtienen la data de primera fuente de cuánto ellos extraen y cuántos salmones se salvan de la pesquería, porque estos últimos cuentan con el equipo hidroacústico instalado río arriba.

“Sumamos los salmones que se salvaron de la pesca artesanal y los salmones que efectivamente los pescadores extrajeron y de ahí obtenemos un total de salmones, que por ejemplo, en 2016 -y que lo menciono porque fue el año de mayor abundancia que nosotros hemos registrado- se llegaron a contabilizar aproximadamente 20 mil salmones, capturados por la pesquería artesanal y alrededor de 23 mil salmones pasaron, es decir, se salvaron de las redes de la pesquería artesanal y subieron el río con potenciales usos, tales como la pesca recreativa con caña de pescar, y por supuesto, son los que alcanzan la cordillera de Los Andes, los sitios de reproducción y los que darán lugar a la siguiente generación de salmones chinook”, explica el biólogo del Invasal Pablo Savaria.

Pesca autorizada

Toda la legislación que existe actualmente en Chile sobre la pesca artesanal del salmón chinook se generó en base a la información científica y a las recomendaciones que el grupo de Invasal formuló a la Subpesca. Este trabajo conjunto posibilitó, en 2017, el decreto supremo que permite la pesca artesanal del salmón chinook (http://www.subpesca.cl/portal/615/w3-propertyvalue-59862.html).

En dicho decreto se restringe que la pesca de esta especie sea solo a nivel de estuario, es decir, la zona del río que tiene influencia marina. Otro aspecto importante es que en ese mismo decreto se exige a cada río que aspire a realizar esta pesca artesanal, a contar previamente con una caracterización completa de los usuarios, es decir, de los distintos tipos de pescadores que ocupan el recurso, como exigencia previa a su autorización.

De esta manera, se asegura un levantamiento de información tanto biológica (número de salmones) como social, caracterizando quiénes son los pescadores que han utilizado históricamente el recurso en el estuario.

Actualmente, producto de ese trabajo, los investigadores de Invasal entregan esa información a la Subpesca con un listado a la fecha de 33 pescadores y embarcaciones, exclusivamente autorizados para llevar a cabo la pesca extractiva artesanal del salmón chinook.

Gracias al trabajo del Invasal y a la autogestión del Sindicato de Pescadores de Caleta La Barra, hoy existe una lista de restricciones de la pesca artesanal, que van desde los horarios de pesca (desde las 20:00 hasta las 7:00 horas del día siguiente) hasta los sectores específicos de río en los que se puede realizar la pesca, de manera que esta actividad sea compatible con otras acciones en el río, como por ejemplo, la pesca recreativa.

“No se puede tener el río cercado con redes todo el día, porque se necesita que los salmones sigan subiendo en algún momento, citando a Sernapesca, se debe velar por la sustentabilidad del recurso y cada detalle de la pesca están tipificados en la normativa que se ha sido promulgada desde 2017”, dice Savaria.

Un viajero incansable

En el caso particular del río Toltén, el salmón chinook convive con especies nativas y con especies introducidas. Esa convivencia se va modificando respecto a las distintas etapas de vida de la especie.

Como una especie altamente migratoria, durante su primer año de vida, el salmón chinook habita el río y allí convive con especies nativas de aguas continentales, como los bagres, pejerreyes, lochas, carmelitas y puyes. Durante ese primer año de vida, convive también con otras especies introducidas como la trucha arcoíris y la trucha fario.

Después de su primer año, el salmón chinook migra al mar, donde puede llegar a habitar hasta por cinco años. Sin embargo, científicos del Invasal han registrado que lo más frecuente es que los ejemplares pasen de dos a tres años en el mar y nuevamente reingresen al río con tres o cuatro años. En su periodo marino, el salmón se alimenta de peces e invertebrados marinos, interactuando con otras especies nativas, como sardinas y anchovetas, y especies marinas oceánicas costeras como la lisa y el mote.

Para clarificar este aspecto, los científicos de Invasal han realizado análisis estomacales de salmón chinook, encontrando principalmente: sardinas, anchovetas y también -incidentalmente- calamares y kril.

Este último aspecto, constituye un nuevo desafío de estudio e impacto social indirecto de la especie en el medio ambiente, ya que se desconoce cómo el salmón chinook podría estar afectando a la pesca artesanal de otras especies, como por ejemplo la sardina, ya que se trata magnitudes que involucran a decenas de miles de salmones que migran cada año río abajo y vuelven nuevamente río arriba, una vez que han pasado su periodo oceánico y repiten el ciclo. Eso es lo que ocurre actualmente en el río Toltén.

El punto de partida

Actualmente no existe un dato certero del momento en el que los salmones fueron introducidos en el río Toltén. No obstante, los expertos de Invasal aseguran que se trató de un proceso de siembra o liberación de salmones en el río. “No sabemos si esa liberación ocurrió desde una piscicultura o si ocurrió desde la ribera de un río. Nosotros creemos que fue desde una piscicultura que funcionaba en Melipeuco, pero no tenemos certeza”, señala el investigador UdeC Pablo Savaria.

Lo que los científicos sí saben es que los ejemplares fueron liberados a las aguas del Toltén y que esos salmones liberados provenían desde ríos de América del Norte.

En un trabajo realizado en 2015 y publicado en 2016 en un informe de Subpesca, se determinó que el origen genético de los salmones del río Toltén corresponde principalmente -pero no exclusivamente- al río Columbia de Estados Unidos (la cuenca del río Columbia en la frontera con Canadá) y al río Oregon. Esos son los dos grandes pool genéticos, representados en el río Toltén. También hay genes de otros salmones que viven en otros ríos de Norteamérica, pero están menormente representados, por lo que los científicos prefieren quedarse con esas dos referencias geográficas para caracterizar a las especies presentes en el río Toltén.

¿Pero desde cuándo aparecen los salmones invasores en el Toltén? La respuesta la tienen los pescadores artesanales de caleta La Barra, quienes han tirado sus redes al río durante toda su vida. Ellos cuentan -y que es lo mismo que se ha consolidado en el Programa de Manejo que generó Subpesca- que desde el año 2000, de manera ocasional, ellos encontraban un salmón en sus redes. En ese entonces, dichas redes eran más delgadas, ya que no estaban diseñadas para capturar un salmón.

Cada vez que esto ocurría, desde el año 2000 en adelante, los pescadores lo interpretaban como un salmón escapado de un centro de cultivo. Eso siguió ocurriendo durante toda la década desde el año 2000 al 2010, hasta que, en el año 2010 los pescadores comenzaron a notar que había un aumento de frecuencia en lo que estaba ocurriendo. Entonces comenzaron a diseñar y comprar redes con las características necesarias como para hacer una pesca dirigida al salmón chinook. Y fue entonces cuando comenzaron a pescar año a año, de manera gradual, con arte de pesca que estaba adaptado al salmón chinook.

Esta inquietud generó, desde el año 2010 a 2014, la licitación de un estudio por parte de la Subpesca que permitiera conocer más acerca de la biología y del estado sanitario del salmón chinook en la zona.

La Universidad de Concepción se adjudicó ese proyecto, a través del grupo de investigación del Dr. Daniel Gómez-Uchida, hoy director de Invasal.

En el último tiempo, los aportes del Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores (Invasal) han permitido apoyar con recursos y con un equipo multidisciplinario al estudio detallado de este recurso, abarcando áreas científicas que van desde la ecología hasta la sociología, para abordar esta problemática socioambiental y aportar con la generación de conocimiento científico integral a la Subpesca para posibilitar una efectiva administración del recurso.

En Invasal, el Programa de Monitoreo de Salmón Chinook en La Araucanía existe gracias al precursor y visionario trabajo de los doctores Daniel Gómez y Billy Ernst, ambos de la Universidad de Concepción, quienes dieron vida al estudio inicial que años más tarde se convirtió en el actual Programa de Monitoreo.

El equipo Invasal que participa activamente en la región de La Araucanía en esta temporada, está integrado por el biólogo Pablo Savaria, coordinador de las actividades científicas de Invasal en terreno, a cargo de la cuantificación de salmones y la logística de coordinación; Luciano Espinoza, biólogo marino y estudiante del Magíster en Ciencias con mención en Pesquerías de la Universidad de Concepción, quien lidera el monitoreo hidroacústico en ambas cuencas.

También de la UdeC, tiene un trabajo sociológico activo en la zona, la investigadora asociada de Invasal Dra. Beatriz Cid, junto a su equipo de investigación. La Dra. Cid ha caracterizado socialmente la interacción de salmón chinook con las comunidades que habitan en torno a la cuenca del río Toltén, reconociendo a los usuarios del recurso, su diversidad y promoviendo sistemas de gobernanza.

Desde la Universidad de Valparaíso complementa el equipo en terreno el grupo de investigación de la experta en mamíferos marinos de Invasal Dra. Maritza Sepúlveda. Durante los últimos años, junto a su equipo, se ha trasladado a caleta La Barra, para tratar de comprender la interacción de los lobos marinos y los salmones chinook.

Y completa el equipo, el investigador postdoctoral asociado a Fundación MERI Dr. Winfred Espejo, quien desde el año pasado está participando del estudio científico del salmón chinook, analizando las concentraciones de metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes en tejidos de esta especie.

Fuente: Aqua