Historia del
Flamenco Chileno
De hermosos colores rosados, patas alargadas y elegante plumaje, los flamencos son aves asociadas generalmente a las playas del Caribe, sin embargo, en Chile habitan tres de las seis especies de flamenco existentes en el mundo.
Se trata del flamenco de James, chileno y andino, conocidos en grupo como “altoandinos”, que se alimentan, reproducen y encuentran refugio en los salares, lagos y lagunas andinas del norte de nuestro país. Estos lugares están rodeados de montañas y las temperaturas son extremas, sin embargo, los flamencos están adaptados a ese clima; sus plumas son el aislante perfecto para soportar esos cambios bruscos de temperatura entre día y noche.
En 2021 fundación MERI incorporó al flamenco como un Objeto de Conservación anidado después del diagnóstico realizado por el Plan de Conservación de la Región Elemental de Puribeter donde se reflejaba que era una especie bandera de las lagunas hipersalinas.
Dichas lagunas son verdaderos ecosistemas a proteger debido a su importancia científica al representar ambientes extremos, similares a los primeros estados de la vida en nuestro planeta. Los flamencos se alimentan y nidifican en estos ecosistemas, por lo que son un proxy del estado de salud y de las lagunas
Pese a las condiciones adecuadas del ecosistema, los flamencos se encuentran bajo la amenaza constante de las actividades humanas en la zona. Debido a esto, las tres especies han reducido considerablemente su población en los últimos años, siendo la andina la más afectada; en la actualidad solo 40 mil aves a nivel global y 19 mil en Chile.
Los Flamencos son una especie clave para mantener el equilibrio dinámico en humedales y lagunas altoandinas. Su alimentación omnívora, regula la población de Artemis, Microalgas y Antípodas en el agua. Mientras que sus fecas actúan como poderosos fertilizantes aportando nutrientes que son reutilizados por los seres vivos acuáticos para desarrollarse.
Amenazas
Una de las principales amenazas para estas aves es la minería de litio, mineral que está en los salares donde los flamencos se reproducen, alimentan y crían a sus polluelos. Una tonelada de litio implica extraer 400 mil litros de agua, lo cual genera el aumento de las concentraciones de sales, alterando las poblaciones de microalgas y microcrustáceos, que son la base de la alimentación de los flamencos.
Otra amenaza importante en el norte es el turismo no regulado, es decir, visitas turísticas sin respetar distancias de avistamiento, el acoso a las aves y polluelos con prácticas irrespetuosas para hacerlos volar (como arrojar piedras), entre otras malas prácticas.
Además, se encuentra la amenaza de los perros y gatos domésticos asilvestrados. Por ejemplo, en el norte, los perros de vida libre y asilvestrados pueden atacar a los flamencos y a sus polluelos, y transmitir enfermedades, e incluso ocasionar su muerte.
AMENAZAS QUE AFECTAN A FLAMENCOS ALTOANDINOS
El Turismo irresponsable
puede espantarlos de sus hábitats.
La extracción de litio
por la minería afecta a los salares que habitan. Producir 1 tonelada necesita casi 400.000 litros de agua.
Destrucción de sus hábitats
(como los humedales), para construir casas, caminos y otras obras.
Mascotas abandonadas
que se mueven sin supervisión, pueden atacarlos y transmitirles enfermedades.
El Cambio Climático
afecta el hogar de los Flamencos, los humedales, y su capacidad para mitigarlo.
La contaminación del agua
afecta a los humedales, el hogar de los flamencos, y a su estado de salud.
Proyecto SAFE-Flamenco Altoandino
La conservación de la naturaleza y su biodiversidad es una tarea que requiere de colaboración y trabajo en equipo, en especial, en territorios como San Pedro de Atacama, donde la búsqueda de un desarrollo sostenible para la mitigación de las amenazas antropogénicas y el Cambio Climático se vuelve imperante.
Es por eso que en 2021, Fundación MERI se suma al programa SAFE (Saving Animals From Extinction) para la conservación de los flamencos altoandinos.
Este programa cuenta con la participación del Zoológico Nacional de Chile, y es liderado por la Asociación Americana de Zoológicos y Acuarios (AZA) y por el ZCOG (Zoo Conservation Outreach Group), con el objetivo de asegurar poblaciones sustentables de flamencos andinos, chilenos y de la Puna (o de James) a lo largo de su rango geográfico en América del Sur.
Desde la investigación científica
Conservación del Flamenco Chileno
Desde la Educación Ambiental
Desde el área de Vinculación con Las comunidades
Desde la investigación científica
Para fortalecer los programas de conservación de los flamencos altoandinos es fundamental levantar evidencia científica, que permita aportar a las políticas públicas y al desarrollo de soluciones para la sostenibilidad.
Mediante alianzas estratégicas con Zoológico Nacional, en el marco del proyecto SAFE Flamencos Altoandinos, y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), hemos realizado expediciones científicas con la finalidad de estudiar a la población de aves en la zona de San Pedro de Atacama.
Con Zoológico Nacional se ha trabajado en la instalación de GPS en flamencos altoandinos en el Salar de Chaxa para estudiar sus comportamientos migratorios.
En tanto, junto a CONAF se ha colaborado en la realización del Censo de Flamencos Altoandinos 2023 en la Región de Antofagasta, con una radiografía a la población de aves presentes en 15 sistemas hidrológicos, entre los que se encuentran 13 lagunas y salares.
Desde la investigación científica
Educar es la herramienta más poderosa para que la comunidad se vincule con sus flamencos, aprenda a coexistir con ellos y se empodere para trabajar en unidad en pos de su conservación.
La educación ambiental es clave para la conservación de los ecosistemas. A través del programa “Guardianes del Ecosistema” inculcamos la conexión multidimensional de los habitantes con estas maravillosas especies, pertenecientes al ecosistema de las lagunas hipersalinas del altiplano.
Mediante actividades lúdicas de aprendizaje colaborativo, educamos sobre sus principales amenazas y también buscamos soluciones en conjunto para su protección.
Los programas educativos apuntan a distintos actores claves para la conservación del flamenco: la comunidad escolar, tour-operados y tomadores de decisiones.
- Desarrollo de la Guía Didáctica de Flamencos de Chile (Link de descarga)
- 11 Programas de Educación Ambiental “Guardianes de los Flamencos” para más de 200 niños, niñas de enseñanza básica de la zona.
- 3 Talleres de Educación Ambiental para más de 100 adolescentes de enseñanza media.
- 3 Talleres de Señaléticas Participativas, que considera la instalación de 4 señaléticas relacionadas a la conservación de los flamencos altoandinos, diseñadas con metodologías participativas, junto a la comunidad de San Pedro de Atacama.
- Ejecución de las primeras capacitaciones certificadas sobre flamencos altoandinos a más de 20 operadores turísticos locales.
- Realización del 1°Festival de los Flamencos Altoandinos para generar conciencia y fortalecer el vínculo entre los habitantes de San Pedro de Atacama con esta especie.
Desde el área de Vinculación con Las comunidades
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